El estudio del desarrollo histórico del cómic en España requeriría una enciclopedia entera. Tal es así que existen amplios trabajos dedicados a una sola colección e incluso a un sólo personaje. Mi idea es traer diversos artículos que hablen sucintamente de autores, colecciones, personajes, etc, e ilustrar los artículos con portadas de las obras estudiadas.
El cómic en algunas épocas, por ejemplo en la posguerra, constituyó un verdadero fenómeno social, un verdadero fenómeno de masas. Veíamos cuando hablábamos del TBO, tiradas de hasta 350,000 ejemplares en los años cincuenta. Por tanto, en una sociedad que aún no había conocido la televisión, el cómic era uno de los principales medios de ocio. Y no sólo de pequeños, también los mayores se acercaban a estas publicaciones como veremos en su momento.
Temas hubo para todos los gustos, desde revistas infantiles y juveniles, hasta revistas dedicadas a chicas, pasando por relatos gráficos de terror o policíacos dirigidos a un público adulto, sin olvidar las recurrentes temáticas del Oeste, bélicas y ciencia ficción.
Todo lo expuesto justifica sobradamente la presencia de esta serie de artículos en este blog. Máxime si sabemos que partiendo de su estudio podemos conocer la evolución de gustos, la evolución de los precios de las publicaciones (muy relacionado esto con la evolución de la economía nacional), la evolución técnica en cuanto a la impresión de estas publicaciones, la evolución sociológica española, etc. Es decir, la historia del cómic español no se ciñe exclusivamente a las publicaciones y sus dibujantes. Hay un trasfondo social, económico, histórico e incluso político que puede ser perfectamente estudiado a través del análisis de estas publicaciones. Pensemos en el mero hecho de analizar la publicidad que contenían, o los temas que trataban.
Comencemos esta serie de artículos con una selección de portadas de publicaciones que iremos analizando en su momento oportuno.
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