Las aportaciones a la filosofía política y a la teoría del Estado de Marsilio de Padua (1275-1343) son tan extraordinarias y tan contrarias al "establishment" de su época, que sorprende, conforme se avanza en el estudio de su obra, dos cosas:
1º Que sus teorías encontrarán apoyos en la intelectualidad de la época.
2º Que a día de hoy sea un filósofo tan olvidado.
Marsilio estudió en la prestigiosa Universidad de su ciudad Medicina, Derecho y Filosofía. En su etapa de estudiante tiene los primeros contactos con filósofos "averroístas". Esta influencia es muy importante y está presente a lo largo de su obra, (sobre Averroes anuncio un artículo para los próximos días). Fue profesor universitario en París. A su regreso a Padua redacta su principal obra Defensor pacis (defensor de la paz) la fecha de composición es 1324. Esta obra viene a romper las bases de la filosofía escolástica al afirmar que es posible y necesario en el plano intelectual el separar lo sagrado de lo profano. Con esta idea lo que está conformando es un mundo laico que en ese momento es totalmente ajeno al mundo real. En las sociedades europeas del siglo XIV no cabía la separación de lo religioso, no ya lo político, sino de todo (filosofía, poder, sociedad, ciencia, etc). Marsilio llega a este punto de la mano de Averroes, y éste a su vez de Aristóteles. No obstante es nuestro personaje quien afirma categóricamente, y lógicamente comienzan sus problemas con el poder papal, que existe una verdad según la razón y una verdad según la fe, y esta verdad según la fe no se somete ni a la lógica ni a lo racional.
La Iglesia, a través del Papa Juan XXII, "le premia" con la condena de la obra y la excomunión. Marsilio se vio obligado a exiliarse de Padua. La bula Licet iuxta doctrinam de 1327 condena cinco tesis de El defensor de la paz y de paso declara hereje a Luis de Baviera, protector de Marsilio.
Como vemos a lo largo de la historia el poder, en este caso representado por la Iglesia, y el pensamiento racional, lógico y libre, han tenido sus "más" y sus "menos".
De todas formas estos "encontronazos" con la Santa Sede (Estados Pontificios por aquel entonces) no fueron obstáculo para que hasta nuestros días hayan llegado las ideas revolucionarias, dentro del contexto histórico que le tocó vivir a Marsilio de Padua, y que incluyen conceptos que a ustedes le sonarán como recientes, como por ejemplo el consenso como base de la legitimación del poder político, la soberanía popular, principio de representación, origen no religioso del Estado y una apología sin tapujos a la laicidad de la sociedad, de la política y del poder. Pues todo esto postuló en su obras Defensor de la Paz, El defensor menor y La Transferencia del Imperio, el gran pensador político Marsilio de Padua.
Un saludo a todos/as.
No hay comentarios:
Publicar un comentario