"Pasar más hambre que un maestro de escuela" es una expresión decimonónica española, peyorativa y denigrante para un colectivo que merece todos los elegios de la sociedad por el desarrollo de una labor profesional de la mayor importancia como es enseñar a los más pequeños, pero que estuvo en boga hasta tiempos recientes. En las pasadas semanas de septiembre daba comienzo el nuevo curso escolar y algunos medios recuperaban el dicho, hoy felizmente superado, para explicar su origen. Qué había de cierto era la cuestión en este dicho popular.
Para el análisis de esta cuestión, que, como verán, en definitiva era salarial y producto de un paupérrimo Estado español, envuelto constantemente en guerras y crisis económicas durante casi todo el siglo XIX, tomaré como fuente la Ley de Instrucción Pública de 1857, también conocida como Ley Moyano por ser el político Claudio Moyano su firmante en calidad de Ministro de Fomento y promotor de la iniciativa legislativa.
Publicada en la Gaceta de Madrid de 10 de junio de 1857, esta ley fue durante más de 100 años la ordenadora legislativa del sistema educativo español. Para que se hagan una idea no se derogó hasta la entrada en vigor de la Ley General de Educación de 1970, la que creaba la EGB y la que estudió aquí este humilde blogero servidor de ustedes.
Pues curiosamente a partir del artículo 191 de la Ley Moyano y hasta el artículo 198 tenemos claras referencias a los salarios de los maestros de escuela. Veamos cómo quedaban:
Primero. Habitación decente y capaz para sí y su familia.
Segundo. Un sueldo fijo de 2,500 rs. anuales, por lo menos, en los pueblos que tengan de 500 á 1,000 almas;
de 3,300 rs. en los pueblos de 1,000 á 3,000;
de 4,400 rs. en los de 3,000 á 10,000;
de 6,600 rs. en los de 20,000 á 40,000 ;
de 8,000 rs. en los de 40.000 en adelante;
y de 9,000 rs . en Madrid.
Ya ven ustedes que la indecente discriminación de las mujeres viene de lejos y no es cosa de hoy en día. Las maestras una tercera parte menos, estimados/as lectores/as, una tercera parte menos.
También es interesante señalar que estos salarios dependían de las arcas municipales, tradicionalmente vacías.
De que los maestros y maestras lo iban a pasar bastante mal ya nos lo anticipa el artículo 192 que pasaban parte de la retribución a lo que los niños pudiesen pagar. Lean por favor
Los Maestros y Maestras de las Escuelas percibirán, además de su sueldo fijo, el producto de las retribuciones de los niños que puedan pagarlas. Estas retribuciones se fijarán por la respectiva Junta local, con aprobación de la de provincia.
Y sobre la regularidad en el pago, tampoco parece que el legislador tuviese mucha confianza a tenor de lo dispuesto en el artículo 198. Lo reproduzco a continuación:
El Gobierno adoptará cuantos medios estén a su alcance para asegurar á los Maestros el puntual pago de sus dotaciones; pudiendo, cuando fuere necesario, establecer en las capitales de provincia la recaudación y distribución de los fondos consignados para este objeto, y para el material de Escuelas, á fin de que los pagos se hagan con la debida regularidad y exactitud.
Conclusión: a pesar del poder adquisitivo que esos 2.500 a 9.000 reales pudieran tener en 1857, eran salarios de miseria producto de un sistema político altamente corrupto, con crisis económicas constantes, casi siempre en guerra y que despreciaba al enseñante y a todo aquello que sonara un poco a cultura o intelectualidad. El pueblo, siempre sabio, no hacia chascarrillo de esta tremenda situación solo llevaba al dicho popular lo que era una situación infinitamente injusta. Créanme, yo nunca les voy a mentir al expresar mis sentimientos y en la redacción de este artículo me he emocionado varias veces de indignación, pena y lástima por lo que pasaron nuestros maestros de primaria del pasado. Pero permítanme también señalar que hoy por hoy en España un maestro de escuela, un profesor, tiene su reconocimiento social y los niveles salariales, aunque depende de cada comunidad autónoma pueden rondar en una media de 2.400/2.500€ mensuales. Y que, al menos en este aspecto, España ha dejado atrás esa vergonzosa etapa en que un enseñante de magisterio elemental era referente de situaciones de hambre y miseria.
Nota: Todos los dibujos que ilustran esta artículo los he generado a través de Inteligencia Artificial
Hasta aquí el artículo de hoy. Y como siempre, espero que haya sido de su agrado. Muchísimas gracias.
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