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viernes, 29 de agosto de 2025

PUERTO REAL, O COMO CONSTRUIR UNA POTENCIA INDUSTRIAL AL SUR DE ANDALUCIA (III)

Estimados lectores de DE LO SOCIAL Y MUCHO MAS, vamos a la tercera entrega de la serie PUERTO REAL, O COMO CONSTRUIR UNA POTENCIA INDUSTRIAL AL SUR DE ANDALUCIA. 

En las últimas semanas la prensa se ha hecho eco de noticias como las siguientes:

- Zona Franca saca a Oferta Pública 3 parcelas industriales en el Bajo de las Cabezuelas (Puerto Real)

- El nuevo Centro de Fabricación Avanzada de Puerto Real busca posicionar a Andalucía como referente industrial europeo.

- Navantia prioriza en Puerto Real la construcción naval sobre el negocio de las Seanergies.

Y un poco más lejano en el tiempo, en concreto en enero del pasado año:

- Dragados crece en Puerto Real: 85.000 metros cuadrados, 175 millones y 93 empleos más. 

Estimados lectores, todo se andará y ya llegaremos a estas noticias que ponen de manifiesto el potencial industrial de Puerto Real (Cádiz), de momento seguimos por nuestra ruta histórica y en nuestra última entrega íbamos por el siglo I d.C. y nos recreábamos en ver como las factorías de salazones necesitaban de las ánforas fabricadas en los hornos ubicados en lo que hoy es Puerto Real (Cádiz) para su envase y distribución por todo el Imperio. También comenté que hablaríamos del Garum, esa salsa reconocida como una delicatesen en la época, y del atún, como materia prima principal de la industria. Pero hay algo sin lo cual nada de esto sería posible y que hasta mediados del siglo XX tuvo una importante presencia industrial en Puerto Real. Me refiero a:


LA INDUSTRIA SALINERA EN PUERTO REAL 


Documentalmente las referencias a la industria de la sal en la Villa de Puerto Real datan prácticamente desde su fundación (recordemos: 18 de junio de 1483 por Carta Puebla otorgada por los Reyes Católicos) y así en 1484 tenemos una disposición de tierras cedidas para instalación de salinas que encontramos en el Registro General del Sello de Simancas. Aparecen, en el mismo Registro, tres más del año 1486.

Pero la industria salinera en el término municipal de Puerto Real no se inicia en el siglo XV.  En la Bahía de Cádiz existen indicios documentales, arqueológicos y geomorfológicos que sugieren que la sal se extraía de esta zona desde al menos la época fenicia.



Imagen de una salina (Dibujo generado por Inteligencia Artificial)


En Puerto Real, el mayor esplendor industrial salinero se alcanza en la segunda década del siglo XIX, así en 1814 contábamos con 111 salinas en funcionamiento dentro de nuestro término municipal. Y es que el crecimiento fue muy rápido, sin duda por la necesidad y calidad del producto, absolutamente básico y necesario, sobre todo para la conservación alimentaria de perecederos, especialmente pescado, y de esta manera de 27 salinas a mediados del siglo XVIII, se pasan a 41 en 1771 impulsadas por las concesiones de la Real Hacienda. 

Esta necesidad de conservación de alimentos hizo que la industria no entrara en declive hasta mediados del siglo XX, cuando se populariza como bien de consumo de masas los frigoríficos y neveras. Antes de ese punto de inflexión se contabilizaron en la Bahía de Cádiz hasta 160 salinas artesanales de las que hoy solo quedan en funcionamiento 4. 

En Puerto Real tenemos la salina La Esperanza gestionada por la Universidad de Cádiz. Esta salina da nombre a un sendero ubicado dentro del Parque Natural de la Bahía de Cádiz.

Pero regresemos a nuestra ruta cronológica. ¿Qué característica tenía la Bahía de Cádiz para beneficiarla en la producción masiva de sal?  Geomorfológicamente hablando existía un entrante costero situado entre las isla de Cádiz y San Fernando (Erytheia y Antipolis) que actualmente es la única zona abierta al mar y permanentemente inundada. Lo que permite el desarrollo de marismas ideales para la industria salinera.



En esta vista aérea tomada de un cuadro del Centro Cultural San José y que recrea el
Puerto Real del siglo XVIII, se observa esas zonas inundables y de marisma que
se dieron por todo el litoral de la Bahía de Cádiz entre nuestra Villa y el
actual San Fernando.


El procedimiento de extracción era conocido desde la antigüedad y así lo atestigua el científico naturalista  Plinio el Viejo (23 a 79 d.C.) en su Historial Natural, libro XXXI titulado “De medicamentis ex aquatilibus” (Sobre los medicamentos procedentes de animales acuáticos). En este libro Plinio diserta sobre la sal y nos dice que existe la sal marina procedente de lagunas, montañas, ríos, fuentes y la espuma dejada por el mar sobre la orilla, y la sal artificial obtenida principalmente mediante la antropización de marismas costeras, fuentes y manantiales salinos.


Imagen de un operario de salina del siglo I d.C.
(El dibujo está generado por Inteligencia Artificial)


Otra información importante sobre la sal que nos ofrece Plinio el Viejo es que: la sal era suficientemente barata en Roma como para que se distribuyera como parte del aprovisionamiento estatal (los silos imperiales).

Que el precio fuera asequible estimulaba la industria de la salazón de pescado. En moneda y pesos romanos estaríamos hablando de 1 a 4 sestercios por modius, esto es aproximadamente 7 kilogramos. Si necesitan ustedes un referente económico les diré que un soldado raso romano del siglo I d.C. podría ganar unos 900 sestercios al año. Hay que considerar que en las zonas alejadas de los centros de producción el precio sería más alto que en las zonas próximas a las mismas. También tenemos pruebas documentales de que no siempre el precio fue bajo y así, en el Edicto de Precios Máximos de Diocleciano (301 d.C.) se fija el precio de la sal en 100 denarios por modius.



La sal era imprescindible para la industria de conservación del pescado,
como también fueron imprescindibles las ánforas.
Ambas industrias ,salinas y hornos, se ubicaban en lo que hoy es Puerto Real.
(Ambos dibujos está generados por Inteligencia Artificial)




La industria salinera actualmente en Puerto Real


Gestionada por la Universidad de Cádiz y enclavada en el parque Natural Bahía de Cádiz la salina La Esperanza es la única en funcionamiento y su explotación es principalmente didáctica y turística. Los colegios organizan excursiones y se les enseña a las nuevas generaciones como era el proceso artesanal de la producción de sal.



Junto a la salina hay un sendero de dificultad baja muy recomendable para
aquellos que deseen caminar por un paraje, francamente, precioso.



Aquí tienen ustedes una vista de la producción de sal.




Una montaña de sal.



Otra vista de la salina La Esperanza, en Puerto Real (Cádiz)


Y aquí dejamos este artículo sobre la industria salinera en Puerto Real (Cádiz). Espero que haya sido de su agrado y si desea comentar algo el blog está abierto a ello.

Muchísimas gracias.


Manuel Martínez Fantoba
Consultor Socio-Laboral y Tributario










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